Cómo cuidar la piel en la nueva normalidad

La nueva normalidad implica que tenemos que convivir con un virus y protegernos de el a través del uso de EPI’s. Nuestro material de protección incluye mascarillas y guantes entre otros. ¿Cómo puedes cuidar tu piel ante estos nuevos hábitos? Nuestros expertos te lo cuentan:

Lavado de manos: No es un material de protección, pero sí que es una medida importante para limitar la transmisión del virus. Este lavado de manos debe de ser de 20 a 40 segundos, frotando a conciencia y sin olvidar áreas como muñecas, uñas y nudillos.

Para cuidar la piel de nuestras manos ante los lavados y el uso de gel hidroalcohólico debemos:

  • Buscar jabones sintéticos sin perfumes ni colorantes
  • Aplicar dosis generosas de crema hidratante en tus manos. Es recomendable que esta hidratante contenga silicona e incluso vaselina.

Usar guantes: Si usas guantes, vas a evitar lavarte las manos tantas veces y de forma tan intensa. Es conveniente para las personas que trabajen con guantes que utilicen dos, esto permite cambiar el segundo guante y mantenerte con el primero con el fin de evitar el lavado de manos cada vez que acabes una actividad.

Mascarillas: Usar mascarilla es obligatorio durante las salidas en espacios públicos si es imposible mantener la distancia de seguridad. La efectividad de las mascarillas, además del poder filtrante de sus materiales requiere que el ajuste sea lo más preciso posible sobre la superficie de la cara. Eso conlleva a que las varillas de metal puedan lesionar la zona de la nariz sobre la cual apoyan y/o que las gomas de fijación en las orejas puedan provocar irritaciones, dolor e incluso cortes en esa zona, donde la piel es bastante delgada.

Cuando sea posible, si las medidas de seguridad lo permiten, es conveniente poder retirarlas y tomar un tiempo de descanso. En este tiempo se aconseja usar una crema de protección o regenerativa en las zonas de apoyo de la mascarilla.

Por último, al llegar a casa tras tomar las medidas de higiene necesarias es importante usar una crema restauradora con silicona o vaselina en las áreas más vulnerables al daño por las mascarillas.

Pantallas protectoras: Para un correcto uso de las pantallas hay que sellar lo mejor posible la zona de contacto con la frente y la cabeza. Dependiendo del material del que esté hecho este soporte (con frecuencia de goma espuma o algún plástico esponjoso) serán más o menos incómodas.

Si este material es demasiado delgado puede lesionar la piel el borde de la pantalla. En ese caso puedes reforzarlo con goma eva ayude a que la piel se quede menos marcada e incluso evitar potenciales laceraciones de la piel en la zona de contacto.

Con estas medidas que no requieren esfuerzos demasiado importantes estarás cuidando tu piel ante el uso del material de protección al que antes no estabas acostumbrado.

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