Las varices son la manifestación más habitual y, en algunos casos dolorosa, de la insuficiencia venosa crónica. Son dilataciones y alargamientos de las venas, de color rojo o morado, que pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo, pero especialmente en las piernas. En Clínicas Dorsia ofrecemos el tratamiento sin cirugía que consigue eliminar las varices de pequeño, mediano y gran tamaño.
Hay faqs
Las varices son dilataciones venosas que se caracterizan por su incapacidad de transportar eficazmente la sangre. En su aparición influye múltiples factores, como son la obesidad, el sedentarismo, factores genéticos o el embarazo.
En Clínicas Dorsia adecuamos el tratamiento de manera personalizada, en 5 o 10 sesiones. Para varices grandes complejas disponemos del tratamiento avanzado de varices. El procedimiento se basa en la infiltración mediante inyecciones en las venas afectadas, de una sustancia química que actúa provocando la reabsorción y cicatrización de las varices. El número de sesiones dependerá del número y tipo de varices de cada paciente.
Antes del tratamiento: el médico especialista, tras el diagnóstico médico te aconsejará el tratamiento y el número de sesiones, adecuados a tu caso concreto. Antes del tratamiento, el especialista revisa la Ecografía Doppler para descartar alteraciones venosas.
Durante el tratamiento: es un procedimiento sin cirugía que consiste en la infiltración de una microespuma en las venas afectadas. Esta sustancia química actúa provocando la reabsorción y cicatrización de las varices. Para lograr una mayor precisión, se utiliza el dispositivo vein lite que permite observar las ramificaciones venosas.
Después del tratamiento: las varices desaparecen en un plazo de 4-8 semanas. Después de la sesión y durante todo el tratamiento de varices, el paciente debe evitar la exposición solar en las zonas tratadas.
Previamente a la intervención para eliminar varices, el médico realiza una historia clínica previa y un examen con Doppler Vascular, para asegurarse de que el sistema venoso profundo es normal y no existe una enfermedad vascular importante. De ser así, no se podría realizar el tratamiento. Existen algunas contraindicaciones para realizar el tratamiento como enfermedades sistémicas graves, infecciones, embarazo, toma de anticonceptivos orales y otras. El médico realiza las preguntas y exploraciones necesarias para comprobar que un paciente es apto para el tratamiento.
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