Encontrarte en tu peso ideal y llevar una vida sana y equilibrada es una manera de cuidarte a ti y a tu futuro. Es por eso por lo que, desde Clínicas Dorsia, hemos lanzado uno de nuestros tratamientos estrella de la temporada: nuestro plan nutricional con inyecciones; una opción creada por nuestros expertos para ayudarte a volver a tu peso ideal, sin pasar hambre e integrando hábitos de vida saludables y sostenibles en el tiempo.
Ya hay pacientes que están disfrutando de sus beneficios; este es el testimonio de una de ellas: Berta Gómez (Madrid).
Hace unos meses me di cuenta de que necesitaba ayuda para perder peso. Hasta ese momento, había probado mil y una dietas, cuidaba lo que comía y me mantenía activa, pero mi peso no variaba más allá de unos kilos. Sentía frustración y tenía todo el rato la sensación de que mi cuerpo no colaboraba. Entonces descubrí el plan nutricional con inyecciones —un enfoque integral que combina una dieta personalizada, acompañada de un fármaco prescrito por un médico (en mi caso, era apta para ello), junto con un seguimiento experto por parte del equipo de Dorsia. Así fue como lo viví 😊.
Mi punto de partida: cuando entendí que necesitaba ayuda médica para adelgazar
Siempre pensé que perder peso era solo cuestión de fuerza de voluntad. Sin embargo, tras muchos intentos, me di cuenta de que mi cuerpo sentía hambre constante, antojos, poca energía, junto con el aspecto emocional (preocuparme todo el rato por el peso sin ver resultados me agotaba). Así que me di cuenta de que necesitaba asesoramiento médico, y ese fue el momento en que me planteé hacer algo distinto y probar el plan nutricional con inyecciones, justo cuando acababan de lanzarlo.
¿Qué es este plan de pérdida de peso y por qué decidí probarlo?
Me pareció una opción súper completa porque combina:
- Un plan de nutrición personalizado, diseñado exclusivamente para ti por su equipo de nutricionistas. Lo crean de forma que se adapte a tu estilo de vida, horarios, etc.
- Un tratamiento farmacológico inyectable semanal (siempre que seas apta para él), prescrito por un médico.
- Un seguimiento constante, con ajustes según tu evolución, lo que me hizo sentir segura desde el primer momento.
Decidí probarlo porque buscaba un método eficaz que controlara mi apetito –de manera saludable, por supuesto- pero con una dieta adaptada, que fuera sea fácil de seguir y un seguimiento; me parecía importante que profesionales expertos siguieran de cerca mi proceso.
Así fue mi primera consulta antes de iniciar el plan nutricional con inyectables
En mi primera consulta en Dorsia, me recibió mi nutricionista, que me escuchó con calma y me tranquilizó (estaba bastante nerviosa). Me preguntó sobre mi relación con la comida, mis hábitos, mi historial y mi salud en general. El equipo me dio confianza porque me realizaron análisis, revisión de parámetros (glucosa, lípidos…) y el compromiso de empezar acompañarme en cada paso.
La clave del éxito: combinar el tratamiento inyectable con una dieta hecha para mí
Una de las cosas que más me convenció fue que no se trata solo de utilizar el fármaco y esperar resultados. Lo que hizo que diera el paso fue la combinación del tratamiento inyectable con una dieta personalizada, porque sabía que podría integra hábitos mucho más sanos en mi día a día, rutinas de ejercicio, alimentos que, aparte de ayudarme a perder peso, serían beneficiosos para mi organismo…
Comencé a notar cambios desde los primeros días:
- Me sentía llena más rápido: ya no tenía hambre entre horas y dejé de picar entre horas.
- Tenía menos antojos y ansiedad por la comida: especialmente por los snacks que antes pensaba que jamás podría evitar.
- Empecé a perder peso desde la primera semana, sin pasar hambre, una de las cosas que más me preocupaba.
- Comencé a comer mucho mejor, por lo que me sentía más ligera y a gusto con mi cuerpo: la dieta que me diseñaron se adaptaba a mis necesidades, así que fue fácil no romperla.
Semana a semana: lo que noté, lo que cambió y lo que no esperaba
Primera semana
– Reduje la cantidad de comida que ingería y mis antojos desaparecieron por completo.
– Me sentía más ligera y deshinchada.
Semana 3–4
– Ya no tengo hambre constantemente.
– Perdí aproximadamente 2–3 % de mi peso corporal, según lo reportado en estudios.
– Me sentía más motivada y con más energía en mis rutinas del día a día.
Mes 2–3
– La ropa me entraba mejor: me quedaban bien pantalones y blusas que antes no podía llevar cómodamente.
– Noté que mi relación con la comida ya no era dañina: no me sentía culpable por comer, solo sentía saciedad.
– Descubrí que me gustaba desayunar fruta con proteína y disfrutar de cada comida.
– Me sorprendió lo bien que mi piel y mi cuerpo respondieron al tratamiento.
Mes 4–6
– Bajé una cantidad considerable de peso de manera gradual. Algo más de 10 kilos, ¡y me sentía genial conmigo misma!
– Ahora gestionaba las emociones y el estrés mejor porque la comida ya no era mi vía de escape.
Preguntas frecuentes que yo también me hice antes de empezar
¿Cuánto peso puedo perder?
Los expertos de Dorsia me comentaron que se pueden perder hasta 20 kilos, dependiendo de las necesidades de cada paciente y constancia en la dieta.
¿Da miedo pincharse en casa?
El pinchazo dura segundos y es mínimo. Al principio estaba asustada, pero el proceso es más sencillo de lo que pensé antes de comenzar al programa.
¿Qué pasa si no me funciona?
No todos respondemos igual. Algunos pacientes pierden más, otro tanto menos. Llevas control médico y se valora modificar dosis o tratamientos alternativos.
¿Y si me estanco?
Se revisa la dieta, se añaden ajustes, ejercicio u otras opciones que en principio no se contemplaron. Lo importante es tener mucha comunicación con el equipo y acudir a las revisiones para que puedan seguir de cerca tu evolución.
Por eso es tan importante el diagnóstico inicial con el equipo, ya que existen tratamientos para todas las necesidades. Si tienes que perder más peso que yo, por ejemplo, una opción es el balón gástrico, con el que puedes perder hasta 30 kg sin cirugía; o MEGA, la reducción de estómago de Dorsia, también sin cirugía, con la que puedes bajar hasta 50 kilos.
¿Tiene efectos secundarios?
Los más frecuentes son molestias digestivas leves, por eso el seguimiento es tan exhaustivo.
Hoy, me siento transformada. No solo por el peso que perdí, sino por la nueva relación que tengo con la comida. Si estás en una situación similar a la mía, este enfoque puede ayudarte a volver a tu peso ideal con respaldo profesional. Su equipo te atenderá en sus más de 160 clínicas de manera cercana y humana.