Para conseguir una piel bonita e impecable debes establecer un ritual de belleza. La hidratación es importante pero, aunque tengas la crema más poderosa del mundo, si la piel no está limpia, el resultado no será el deseado. La suciedad en la piel, actúa como barrera entre el tratamiento y la dermis, y hace que éste pierda eficacia, pues dificulta su absorción completa. En los últimos años, han aparecido productos y cosméticos, que facilitan el proceso y ofrecen muy buenos resultados. Entre los más populares está el cepillo facial.
El cepillo facial eléctrico es muy fácil de usar: la cara debe estar húmeda, se aplica espuma o gel limpiador y se desliza el cepillo (movimientos circulares) sobre el rostro y el cuello.
La frecuencia y la intensidad depende de cada uno, pero los expertos recomiendan usar el gadget 2 veces al día. Las personas que tienen la piel normal o seca, con un minuto es suficiente, si la piel es grasa o mixta el ritual se prolonga un minuto más.
Existe un cepillo para cada tipo de piel y para cada zona del cuerpo que permite personalizar el tratamiento con diferentes cabezales que se adaptan a nuestras necesidades (poros abiertos y dilatados, piel sensible, acné…).
Los cabezales son intercambiables y debes cambiarlo cada 6 meses. Cada vez que lo utilices, no olvides limpiarlo con jabón neutro y agua tibia.
Seguro, que esta duda te habrá venido a la cabeza: ¿Si lo utilizo a diario lograré el mismo resultado que en un centro de belleza profesional?. El cepillo limpia las capas más superficiales del cutis, pero, para un limpieza más profunda debes acudir a un centro especializado. Por tanto, es complementario. Lo que sí consigue es, reducir de entre el 25 y el 85 por ciento de los puntos negros y los poros abiertos, por lo que con uso prolongado después de tratamiento médico estético se mantiene el nivel de limpieza obteniendo en él.
Cepillo facial y tratamiento personalizado, la fórmula perfecta
Si tu piel está apagada, deshidratada y seca, te está pidiendo a gritos un tratamiento. Cada piel tiene una necesidades, y si existe un problema en ella, hay que buscar los factores que alteran la estabilidad y belleza del cutis. El punto de partida de cualquier tratamiento es el diagnóstico.
Nuestro equipo médico ha desarrollado Skin Quality, un programa de cuidado facial con diferentes intensidades y con un amplia selección de tratamientos: luz pulsada, peelings químicos, luz pulsada, bioestimulación, mesoterapia (silicio), mesoterapia con ácido hialurónico y mascarillas…
Una vez se han detectado los puntos débiles, el médico establece un programa personalizado para devolver la belleza a la piel.
¡Nuestro equipo médico te ayudará a conseguir la piel que siempre soñaste!
