Antonio Fustes, médico estético de Clínicas Dorsia, nos da las pautas para cuidar la piel en el caso de que tenga una tendencia grasa o acnéica.
En el caso de pieles con tendencia a la sequedad o sensibles es recomendable aplicar una crema que reponga las grasas que se pierden durante el baño y que disminuyan el efecto seco que se tiene tras este. Usar siempre cremas sin colorante o perfumes añadidos y en la menor cantidad posible.
Se tiende a pensar que detrás de una piel o cabello de aspecto graso hay detrás malos hábitos higiénicos y eso es un mito. De hecho, cuando los pacientes con piel grasa se lavan la cara más de dos veces al día suele producirse un efecto paradójico por el cual, la piel se vuelve aún más grasienta. La recomendación que damos desde Clínicas Dorsia es que el lavado de la cara no debe ser más de dos veces al día y con algún jabón suave.
Otra recomendación es usar cosméticos que contengan Retinol, ácido salicílico o ácido glicólico ya que suelen ser útiles para mejorar el aspecto graso de la piel. Hay que usarlas por las noches tras lavar la cara.
En algunos casos muy intensos o en pacientes que a pesar de superar la adolescencia siguen teniendo el incómodo aspecto graso de su piel, deben consultar a un dermatólogo que decidirá la conveniencia de por ejemplo pasar a algún retinoide más potente o incluso isotretinoína en dosis bajas por vía oral.
En cuanto al uso de maquillajes. El maquillaje más denso producirá más grasa y, además, favorece la presencia de puntos negros. Por lo tanto, es mejor buscar cosméticos matificantes (existen hidratantes con aspecto matificante), usar la menor cantidad de maquillajes posible y de ser indispensable su uso, entonces usar maquillaje en polvo suelto sobre cualquier otro.
Para cuidar las pieles grasas y acnéicas recomendamos a nuestras pacientes, entre otros tratamientos, realizar peelings con diferentes sustancias como el ácido salicílico, ferúlico, mandélico, etc. con el fin de mantener un aspecto más equilibrado de la piel.
