Dime qué antojos tienes y te diré qué te falta

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¿Por qué tenemos antojos?

Los antojos en las personas que no estamos embarazadas son caprichos pasajeros de algo en concreto: chocolate, palomitas, bocata de tortilla de patata… Todos tenemos momentos en los que nos morimos de ganas de comer un tipo de alimento, y no precisamente de lechuga o zanahoria, sino de algo bastante menos saludable. Pero antojo no es sinónimo de hambre, y para averiguar si es un capricho, debemos pensar: “¿me comería una manzana?” ¿No? entonces sólo es un antojo.

Entonces, ¿por qué nos apetece ese trozo de chocolate?

En muchos casos, los antojos son la falta de algún mineral en nuestro organismo, y si incluimos estos alimentos en nuestra alimentación satisfaremos la misma necesidad. Aunque cueste creer. Os pongo aquí una lista con los antojos más comunes:

Chocolate

Este tipo de antojo tan común significa que tenemos un déficit de magnesio en nuestro cuerpo. Y aunque es cierto que el chocolate contiene muchos antioxidantes, la mayoría están llenísimos de azúcar. Por lo tanto, vamos a intentar complementar nuestra dieta con alimentos ricos en magnesio:

  • Frutas naturales
  • Frutos secos (nueces, avellanas, almendras)
  • Hortalizas (remolacha y alcachofas)

Algo salado

Otro día, o incluso en otro momento del día podemos sentir antojo por algo salado. En este caso, nuestro cuerpo nos está pidiendo minerales como el sodio o el potasio:

  • Sodio: queso fresco, carne, pescado, huevos
  • Potasio: pescado (salmón, sardinas), hortalizas.

Receta de «batatas fritas»: si realmente tienes hambre y te apetecen unas patatas fritas, prueba cortando la batata (también conocida como boniato) a tiras, como harías con las patatas, sazónalas con sal, pimienta, hierbas al gusto, y al horno. Para que queden crujientes como las patatas fritas de toda la vida, el truco es, una vez peladas, antes de sazonarlas y meterlas en el horno, mételas en un cuenco con agua y cubitos de hielo durante 15 minutos.

Azúcar

¿A quién no le gustan los dulces? El problema es que el azúcar se metaboliza con rapidez, proporcionándonos un exceso de energía a corto plazo. Al poco tiempo nuestros niveles de azúcar bajarán provocando cansancio, ansiedad y más hambre: más ganas de azúcar y carbohidratos simples. Un círculo vicioso del que nos va a ser imposible huir. Por su lado, los carbohidratos complejos, como por ejemplo las legumbres y los alimentos integrales, se descomponen más despacio y ayudan a mantener los niveles de azúcar en la sangre.

  • Legumbres
  • Fruta
  • Quinoa
  • Arroz y pasta integral

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Queso y otros alimentos grasos

Si sientes antojo de queso, o incluso de pizza, tu cuerpo te está pidiendo ácidos grasos Omega-3.

  • Nueces
  • Yogur desnatado
  • Avellanas
  • Salmón
  • Aceite de oliva (crudo)

Pero esto no quiere decir que si te apetece un trozo de chocolate, te comas una zanahoria, sino que hay ciertos ingredientes que, si los incluimos en nuestra alimentación diaria, suplen el déficit del mineral que provocan nuestros antojos. Y algunos días tu cuerpo te seguirá pidiendo patatas fritas o chocolate, porque está acostumbrado a comer ese tipo de alimentos a una hora determinada del día, así que acostúmbrale a los hábitos saludables y poco a poco irá acostumbrándose a ellos.

Aquellas personas con exceso de peso que, tras fracasar con tratamientos dietéticos, encuentran la solución en la cirugía bariátrica, cuentan con el apoyo de un equipo de nutricionistas y psicólogos que, con un seguimiento periódico, les ayudan a adoptar estos hábitos a través de una reeducación alimentariaAsí, adoptan un estilo de vida saludable y se garantizan no recuperar los kilos perdidos.

Incluye todos los nutrientes y minerales necesarios a tu alimentación diaria, ya sea por ti mismo o recurriendo a ayuda externa, y ¡adiós a los antojos!

 

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